miércoles, 21 de septiembre de 2016

La muerte no es el final



"Os espero; no estoy lejos, sólo al otro lado del camino."
San Agustín



Han pasado poco más de 24 horas y tras leer un escrito de Cristina Alcántara, me he animado a escribir unos rápidos recuerdos sobre María. María ya está junto al Padre. Antes de perder la conciencia, sorprendía a todos con las que serían sus últimas palabras dirigidas a Don Javier, Obispo de Granada: "Nunca antes estuve tan cerca de Dios".

Y es que María era especial, pura alegría y sobre todo fortaleza y roca para una fe que a todos nos sorprendía y ayudaba. Sus ecos tras leer el Evangelio eran como aire fresco, irradiaban seguridad y a la vez confianza en el Señor. Su palabra contundente y suave siempre te interpelaba.

María era una persona que transmitía confianza, en lo que decía y como lo decía. Recuerdo tu cercanía y consejos cuando ¡¡hace apenas dos años!! en nuestra casa, nos visitabas junto a tu marido Pepe, días antes de celebrar los 25 años de matrimonio. Tus palabras siempre oportunas, siempre atinadas, siempre firmes en la fe, y siempre sensatas y razonables.

Te echaremos de menos en las reuniones de los jueves, en la cerveza, que te gustaba "helada", en el Patriarca, en las peregrinaciones, cuando estemos con Pepe. Ya nada será igual en el Grupo. En lo personal, tu amabilidad y sonrisa permanente, nunca la olvidaré. Ya no te escucharé tu cariñoso "!!Ay mi Pereda¡¡" que siempre me decías.

Te vas tras una dolorosa y cruel enfermedad. En un sólo año, tu vitalidad que no se apagó hasta el último momento, siempre, aún en esas condiciones, has seguido dando testimonio de fortaleza, de entrega y alegría en la Palabra del Señor. La última vez que te vi con vida, tras el verano, fue en la Iglesia de San Nicolás, para asistir a la Eucaristía del domingo 14 de agosto. Recuerdo las cariñosas palabras con las que nos recibisteis: "Lina y Javier, el veros nos emociona"…. 

Tu fe firme en el Señor, me ha hecho recordar una poesía de San Agustín, que creo responde fielmente a lo que viví ayer en la Eucaristía que se celebró en la Parroquia de la Sagrada Familia, una celebración de acción de gracias por María, que se encuentra ya en plenitud gozando de la misericordia del Padre:

La muerte no es el final 
"La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado.
Yo soy yo, vosotros sois vosotros.
Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo.
Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho.
No uséis un tono diferente. No toméis un aire solemne y triste.
Seguid riendo de lo que nos hacía reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra.
La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado.
¿Por qué estaría yo fuera de vuestra mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista?
Os espero; No estoy lejos, sólo al otro lado del camino.
¿Veis? Todo está bien.

No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos ¡Si pudierais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!

Creedme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas.

Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás.

AMÉN "
Hasta siempre María, amiga y hermana en la fe.

1 comentario:

  1. Buenos días o tardes o noches: Después de rebuscar en Internet el nombre de tu abuelo Benigno Pereda del Río, me complace mucho conocerte en este blog como su nieto.
    El asunto que me lleva a preguntar por él, como periodista, es encontrar su crónica del 13 o 14 octubre 1928, donde en una parte aparece una foto con la coronación de la Virgen de Guadalupe y en la otra una entrevista al famoso Padre Revilla. ¿Cómo podría encontrar esa revista que quizá fuera la suya, Héroes? En caso de responderme: carminasacra@hotmail.com
    Muchas gracias.

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