“Lo más importante de un primer paso no es la distancia recorrida, sino la decisión tomada.”
Aristóteles.
El gestor eficaz es el título del segundo libro de José Manuel Muriel, editado por ESIC en 2013. Es un libro oportuno, ameno y bien escrito. Para mi es una gran satisfacción poder escribir estas sencillas líneas sobre este libro. Y lo es por varias razones. En primer lugar, porque conozco al autor y se de su amplia y valiosa experiencia profesional. En segundo lugar, porque detrás del rigor, de la exigencia, de la competencia, afloran los valores que debe presidir toda actuación profesional. Enhorabuena, José Manuel.
El gestor eficaz en un alegato a favor de un liderazgo ético en el que las personas ocupan un lugar preferente. Las personas son la base de las empresas, de los equipos, de las decisiones, de los proyectos. Es una apuesta por definir un modelo de directivo exigente en los resultados pero comprometido con las personas que los posibilitan.
Dice José Manuel que "el ser humano es lo más valioso que tiene cualquier empresa, pero también lo más complicado de dirigir". Esta afirmación, que comparto plenamente, encierra todo un mensaje de por donde debe transitar la gestión, el desempeño de un gestor. Es decir, una gestión que se fija en las personas para poder liderar un proyecto ilusionante, compartido entre todo el equipo de colaboradores. Pero a la vez, una gestión que no se esconde ante la dificultad de dirigir personas. Ya lo decía el prof. Sandalio Gómez: “La labor de dirigir personas en la empresa, es sin ninguna duda, la más difícil y compleja de todas las facetas que el directivo debe asumir”. Y José Manuel lo ha entendido perfectamente, pues a lo largo de todo el libro se desprende que el ser directivo implica una permanente apuesta por el equipo, y por tanto, por las personas.
Me ha resultado muy interesante el esfuerzo que realiza por inventariar hasta 29 elementos que configuran el perfil de un buen gestor. Efectivamente, se trata de una radiografía de cuáles deben ser "las actitudes y aptitudes que debe poseer un gestor si quiere conseguir que su gestión pueda llegar a ser eficaz". Estos 29 elementos constituyen todo un plan de acción para el que quiera afrontar la difícil tarea de ser un directivo eficaz. Son todo un conjunto de habilidades, virtudes, fortalezas. Son las siguientes:
Carácter
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Ambición
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Saber priorizar
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La perfección
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Fe
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Proyecto
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Comunicación
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Tranquilidad
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Recursos Humanos
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Liderazgo
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Experiencia
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Responsabilidad social
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Negociación
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Ejemplo
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Transparencia
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Trabajo en equipo
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Código de conducta
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Confidencialidad
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Toma de decisiones
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Compromiso
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Lealtad
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Motivación
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Relaciones personales
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Humildad
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Dedicación
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Colaboradores
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Tenacidad
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Objetivo común.
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Honradez
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Se afirma que el directivo necesita poseer unos conocimientos técnicos. Pero no solamente los que tienen que ver con los procesos productivos específicos de la empresa, sino también, aquéllos que se relacionan con la gestión de personas. Es evidente que la acción no puede basarse únicamente en los conocimientos adquiridos, se necesitan habilidades y, por supuesto, actitudes. En el hacer directivo, aunque los conocimientos sean de mucha utilidad, lo que se necesita es capacidad para hacer más y mejores cosas.
Suelo decir en mis clases de Habilidades de Dirección, que el directivo está permanentemente tomando decisiones para cumplir con sus cometidos. Las personas, también. Por tanto, en la toma de decisiones, la actividad que mejor define la función directiva, se involucran necesariamente a las personas. Asumir que “las empresas las hacen las personas” implica aceptar que la dirección tiene que ver con dirigir y desarrollar personas. En este sentido, la función directiva se suele identificar con tres elementos centrales:
- Generador de decisiones: su responsabilidad radica en que debe tomar las decisiones mediante el empleo de técnicas y la aplicación de los criterios necesarios para alcanzar los objetivos propuestos.
- Gestión de personas: su responsabilidad es lograr que las personas a él encomendadas hagan lo que tienen que hacer, en el momento en que lo tienen que hacer y de la manera como se debe hacer.
- Coordinación de procesos: su responsabilidad es que las diferentes áreas funcionales se ensamblen de tal manera que se obtenga una unidad coherente y orientada hacia un objetivo común.
El gestor eficaz encierra otra idea que me ha parecido especialmente interesante: "A quien debemos considerar un gestor". Esta idea fuerza, que da titulo a un apartado del libro, recoge una enseñanza de gran interés: toda persona que ocupe un puesto con plena responsabilidad sobre sus resultados debe considerarse un gestor. Me gusta mucho esta idea, que responde a la corriente actual que la identifica como "empowerment", y que viene a significar una apuesta por las personas, favoreciendo su desarrollo, su implicación y compromiso con la empresa.
Como conclusión, de la lectura de "El gestor eficaz" destaco la siguiente valoración: frente a la tendencia del mundo empresarial en privilegiar los logros y realizaciones, en conceder mayor valor a aquello que ha conseguido que a la manera de hacerlo, el gestor eficaz alcanzará el éxito cuando encuentre el equilibrio entre la eficacia de los resultados y la calidad de la gestión de personas, a través del despliegue de todo un inventario de habilidades, actitudes y fortalezas personales. En consecuencia, se puede decir que para ser un buen gestor, un gestor eficaz, es, en parte ciencia y, en parte arte.