martes, 31 de enero de 2017

La sublime arenga del ejemplo


"Si hubiera empates en el tenis, estaría orgulloso de compartir este trofeo con Rafa Nadal"
Roger Federer


Como decía mi abuelo Benigno hace muchos años... "la sublime arenga del ejemplo". De esta forma se refería a las personas que le inspiraron, cuando en 1925 escribió su libro "El Blindado nº 5. Históricas hazañas de héroes españoles", y en el que pone de manifiesto su fervoroso patriotismo y el querer honrar a los mártires del deber. Se trata de una novela corta en la que narra, como testimonio y homenaje, los hechos heroicos de la tripulación del Blindado nº 5 al mando del sargento Lorenzo Juanola Durán, en la campaña de Marruecos en el territorio de Melilla (9 de diciembre de 1924). Estos hechos fueron difundidos por la prensa española de la época y puestos de ejemplo en la mayoría de las arengas que se daban a las tropas para levantar la moral de las mismas.

Pues esta licencia personal e histórica me ha servido para referirme al ejemplo que el pasado fin de semana Nadal y Federer demostraron a todo el mundo. Pues una lección de ejemplo es lo que ha sido la final del Open de Australia jugada por estos magníficos deportistas: ejemplo de pundonor, de elegancia, de deportividad, de respeto, y de amistad. Ya lo decía Albert Einstein "Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás. Es la única manera", y es que el ejemplo es un valor fundamental en la mayoría de las relaciones que conocemos: del padre y la madre con sus hijos, del profesor con sus alumnos, del líder con sus subordinados, del político con sus electores, del gobernante con sus ciudadanos. 

A nivel de empresa, el ejemplo viene a ser una característica del líder basada en su acción y su humildad que es capaz de revolucionar el rendimiento de un equipo de trabajo, pues facilita la responsabilidad, aumenta el compromiso, potencia el aprendizaje y mejora el rendimiento.

Ejemplo de pundonor y de superación tras varias lesiones, ejemplo de deportividad y elegancia, pero a la vez de competitividad, ejemplo del valor que el deporte representa como esfuerzo y sacrificio. Una verdadera lección. Cuanta falta hace en este mundo ejemplos como el de Nadal y Federer, dos maestros, pero a la vez dos humildes deportistas, como el de aquellos soldados españoles que con el  ejemplo del valor y el deber tan bellamente glosara mi abuelo hace casi 100 años.
Felicidades Rafa Nadal y Roger Federer¡¡¡