domingo, 2 de junio de 2013

Empresas resilientes



“La muerte es lo único que no tiene solución. Caminar, sentada o de pie, en el fondo no importa, lo verdaderamente importante es si quieres hacerlo o no. Si la respuesta es positiva, siempre encuentras la fórmula para hacerlo. Querer es poder, ahí está la clave de todo”. (Teresa Perales. Mi vida sobre ruedas. La Esfera de los Libros. 2007. Teresa Perales es parapléjica desde los 19 y es la atleta paralímpica con más medallas de la historia).


Leyendo el nuevo libro de Fernando Alberca titulado "Nuestra mente maravillosa", cuya lectura recomiendo, me he encontrado con una detallada referencia a la resiliencia, un concepto fascinante, que en palabras de Alberca "no es nueva esta filosofía de vida, nada nueva, pero en la existencia particular de cada uno quizá si merezca la pena hacerla florecer como algo nuevo".

La resiliencia es definida por la psicología positiva como la capacidad de resistencia a la adversidad. Viene a ser un saludable ajuste ante los reveses de la vida y la capacidad personal de no dejarse superar por las emociones negativas y estresantes. Edith Grotberg la define como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas. Las personas resilientes son aquellas que nos hemos encontrado a lo largo de nuestra vida que han logrado seguir viviendo con optimismo, alegría, fortaleza y coraje a pesar de las circunstancias adversas o incluso dramáticas que se les han presentado en su vida. Es una capacidad, una característica personal poco valorada, de la que se habla y escribe muy poco, pero que considero que encierra verdaderos ejemplos de personas que son dignas de admiración. Personas que son capaces de liderar con equilibrio emocional las circunstancias más difíciles y de saber gestionar un autocontrol eficaz de sus reacciones para afrontar con determinación la resolución de conflictos y problemas presentes y futuros.

Es realmente fascinante el potencial que encierra la resiliencia. En definitiva, nos muestra cómo las personas podemos llegar a ser capaces de enfrentarnos a las dificultades y retos que nos propongamos. La única limitación somos nosotros mismos. Hay un libro magistral que muestra la mejor manera de cómo la resiliencia es una capacidad de gran utilidad para las personas. Me estoy refiriendo a "El hombre en busca de sentido", de Viktor Frankl. Explica la experiencia personal vivida en campos de concentración  nazi. Y de cómo los presos tenían que pasar por penurias y circunstancias extremas de humillación. Tras ser preso en un campo de concentración se propuso tres objetivos: Sobrevivir, utilizar sus conocimientos médicos y ayudar en lo posible y tratar de aprender algo. Frankl consiguió todas sus metas. Millones murieron. Los que sobrevivieron tenían una cosa en común. Una característica esencial para la supervivencia. Tenían algo de gran importancia que realizar en el futuro. La capacidad de proyectarse en el futuro les salvó. Pienso que la clave era la resiliencia. 




Hasta aquí, la resiliencia desde la perspectiva de las personas. Pero me parece un concepto tan interesante que porqué no aplicarlo a la empresa. Pienso que podemos encontrar muchas similitudes que nos pueden ayudar a cómo desde la empresa se puede afrontar una situación tan adversa como la actual.

Como las personas que se enfrentan a un entorno dramático, las empresas en la actualidad, afrontan una larga crisis que parece estar asentada sobre bases muy sólidas. Ante estas circunstancias, las empresas resilientes serían aquellas que destacan por fomentar el compromiso en el trabajador, la toma de decisiones racionales, la madurez emocional ante decisiones difíciles y complejas, un buen control de la situación con medidas de gestión audaces y una clara visión de hacia donde ir y de enfrentarse a los retos como parte natural de la misión de la empresa, como fuente de aprendizaje y transformación.

Las empresas desarrollan la resiliencia cuando son capaces de seguir proyectándose en el futuro a pesar de tener delante un entorno enormemente difícil y complicado que la crisis está imponiendo a todos. Las empresas resilientes transmiten optimismo, resisten a la adversidad, saben adaptarse al entorno que les rodea, aprenden y desaprenden sin limitaciones, son capaces de mantener la confianza en lo que hacen, en su proyecto de empresa.

Como con las personas, las empresas resilientes afrontan con mayores y mejores posibilidades de éxito las dificultades y retos que un entorno muy competitivo les presenta. Saber desarrollar esa capacidad de resistencia es un activo que las empresas deben atesorar, mediante la aplicación de políticas y prácticas que afiancen una cultura y valores organizacionales que tengan como objetivos las siguientes actuaciones:
  • Fomentar la innovación y la creatividad.
  • Favorecer una actitud de permanente apertura al cambio y a la adaptación.
  • Saber construir un proyecto de empresa compartido por todos. 
  • Construyen relaciones basadas en una comunicación eficaz.
  • Valoran a las personas, como valor estratégico, que cuidan y desarrollan.


Al final, tanto las empresas como las personas resilientes, se caracterizan por:
  • Resisten y se rehacen.
  • Crecen desde la adversidad.
  • Encuentran un punto de apoyo y son capaces de ponerse en acción.
  • Se caen siete veces, pero se levantan ocho.
  • Ponen en práctica el arte de resurgir a la vida y adaptarse al entorno que les rodea.
  • Buscan la transformación positiva y el optimismo desde la crisis, la zozobra y la adversidad.




2 comentarios:

  1. Muchas gracias Ricardo.

    Que importante concepto, la resiliencia!!
    Nos pone a prueba como personas, como empresas, como sociedad, como país…..

    Saludos,
    Javier Pereda

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