"Lo que hace falta para cambiar a una persona es cambiar la conciencia de sí misma"
Abraham H. Maslow
La inteligencia emocional establece entre sus competencias fundamentales la Automotivación. Goleman lo explica genialmente: "Todo lo que nos motive nos hace sentir bien". Motivarse uno mismo, la automotivación, se convierte así en un acicate de superación personal. Lo que nos mueve, lo que nos hace movernos. Comparto la opinión que hace recaer en la persona la responsabilidad mayor sobre los objetivos y sueños. En este sentido, Luis Huete en "Construye tu sueño", lo dice así de claro en lo que denomina "Círculo virtuoso de progreso personal":
"Cómo pienso y qué creo, cómo me enfrento a la realidad, cómo interpreto subjetivamente las cosas a mi alrededor, cómo siento, cómo actúo, resultados que obtengo, en quién me convierto como persona, contribuciones que soy capaz de hacer y recompensas que recibiré de otros."La automotivación es la capacidad de utilizar nuestro potencial, ser aplicados y tenaces y no dejarnos llevar por el desánimo. Aquí podemos introducir un concepto parecido y sumamente interesante: la fuerza de voluntad.
También nos podemos referir a la automotivación como el motor interior que nos hace mover hacia la acción para lograr el resultado que queremos. Con la automotivación las personas somos capaces de aceptar y gestionar las situaciones tal como se van presentando y resolver los problemas para conseguir el objetivo propuesto. En este sentido, considero que aquellas personas que realizan una buena gestión de la motivación, su personal automotivación, les permitirá afrontar la vida con más facilidad, puesto que sabrán encontrar estímulos positivos (internos y/o externos) a las conductas que les ayuden a conseguir sus objetivos.
En el ámbito de la empresa, la automotivación es un componente a tener muy en cuenta. ¡Que gratificante es escuchar de un trabajador que acude a su trabajo con ilusión y motivación! Para que esto no sea una excepción, los gestores deben dejar de percibir a las personas como un medio para la consecución de beneficios, sino que se las debe considerar como un fin en si mismo, en el que las personas se consideren valoradas y reconocidas. Estoy convencido que ésta es la estrategia clave para favorecer la automotivación en la empresa, aquella que permita trabajadores más satisfechos e ilusionados con el trabajo. Ello implicaría, tomando como referencia la teoría de la Jerarquía de las Necesidades de Abraham Maslow, la famosa pirámide de las necesidades, que la automotivación sea el hilo conductor que te hace superar los diferentes estadios o niveles de la pirámide. Acceder a la punta de la pirámide, el de la autorrealización, implica una disposición, actitud me gusta más, que no es posible alcanzar sin la automotivación. Por ello, es tan importante que en el seno de las empresas se perciba que las personas cuentan: que se las retribuyen de forma justa, que se las tratan dignamente, que se les permiten participar, que se aprovechan sus capacidades y se les hace partícipe de un proyecto común e ilusionante: la propia empresa.
Para desarrollar estrategias de automotivación, es conveniente hacer énfasis en las competencias personales que nos conducen hacia un mayor conocimiento personal. Veamos algunas señales o pistas que nos pueden ayudar a desarrollar la automotivación:
- Tener una visión de tu futuro: esta es una habilidad que considero sumamente extraordinaria. Nos hace percibir el logro, y al visualizarlo, nos incita a la acción. Suelo utilizar el símil de esta habilidad aplicándola a los alumnos universitarios. Que importante es para un alumno tener una visión de hacia donde quiere ir. Esto le permitirá una más eficaz toma de decisiones, más consistente y orientadora de alcanzar lo que se proponga. Tienes que querer, y esto te hace descubrir que el camino es más llevadero, el esfuerzo no parece tanto, las dificultades no son montañas, los errores y fracasos son acicates para intentanlo de nuevo.
- Establecer metas realistas: establecer una planificación alcanzable es un primer paso importante, puesto que conforme logramos las metas que nos hemos planteado nos sentimos más motivado para continuar y seguir avanzando. Suelo decir a mis hijos que el mejor plan es aquel que se cumple.
- Recompensar: La automotivación la considero algo dinámico, es un proceso siempre vivo y abierto. Por ello, que importante es que tras alcanzar algo, sintamos el gozo y la satisfacción necesaria: la recompensa que nos merecemos. Considero muy importante una cuestión: hay que disfrutar del camino. Es fantástica la experiencia que te permite ser consciente del caminar hacia algo, como cuando cruzas senderos por la montaña, disfrutas del paisaje, te sorprendes por cada paisaje, descubres parajes nuevos... Cuando logres alguna meta, prémiate.
- No retrasar: Antes decíamos que una estrategia convincente pasa por el establecimiento de metas realistas que nos lleva al cumplimiento, con la flexibilidad lógica, de lo que planificamos. Pero esto no debe caer en el riesgo de posponer tareas porque, generalmente, nos crea una sensación desmotivadora. Pensar que no he podido cumplir algo sin justificación no me facilita la automotivación. Por ello, es preferible la reformulación de la planificación si han surgido circunstancias que se deben ponderar.
- Sinergizar: Trabajar en equipo es una increíble forma de compartir, crecer y beneficiarse de la motivación de otras personas. Descubrir modelos de comportamiento, referencias en personas que admiro es una ayuda que no debemos descuidar. Esto de aprender de los demás me permite encontrar más fácilmente las buenas prácticas que han tenido éxito en otras personas. Ayuda a ser eficaz, aprovechando los esfuerzos ya realizados.
- Concentrar la acción: La dispersión de esfuerzos puede provocar en las personas desánimo por no poder alcanzar lo que se persigue. En este sentido focalizar esfuerzos ayuda a no perder el norte, a no distraerse. Concentrar esfuerzos nos permite ser más eficaz en nuestras acciones. Esta estrategia nos introduce en una habilidad muy importante: saber gestionar el tiempo. ¿Porqué será que descuidamos tanto el saber gestionar eficazmente nuestro tiempo? La gestión del tiempo nos lleva a la cuestión fundamental: saber priorizar lo importante de lo urgente, el trabajo del ocio, lo personal de lo profesional.
Hablar de automotivación me lleva a pensar que todo es posible. Implica tener en cuenta que el ser es más importante que el hacer y que el hacer es más importante que el hablar. Se trata de ponerse al frente de la conducción de la vida, dejar de ser espectador para ponerse como actor, se trata también de descubrir que comprometerse es una actitud que nos lleva a la acción y a la movilización. A la automotivación...Para terminar me quedo con esta frase tan inspiradora del siempre genial Gandhi:
"Que nuestra vida sea nuestro mensaje"
Excelente entrada. Me gustaría destacar, que desde mi punto de vista personal, me parece que para ayudar a desarrollar la automotivación, la visión de tu futuro es fundamental, podríamos partir de que si no tuviésemos dicha visión no podríamos ni establecer una meta, ni trabajar para conseguirla... consiguiendo tener una visión clara podremos focalizar nuestra fuerza de voluntad, nuestro trabajo... a conseguir los objetivos determinados.
ResponderEliminarGracias José María por tu comentario.
ResponderEliminarEstamos ante un tema de gran importancia para las personas. Una persona motivada, un trabajador motivado, será una persona inquieta, será un trabajador en estado de tensión. La clave será que esa tensión se oriente en comportamientos concretos y determinados que evidentemente nos implicará un esfuerzo. La automotivación debe proporcionarnos la satisfacción necesaria de que vamos avanzando y progresando. Debe ser un proceso contínuo. Lograr esa consciencia de que vamos avanzando nos motiva y anima a seguir.