viernes, 1 de febrero de 2013

El estudio del trabajo






¿Se han parado a pensar la importancia que tiene el trabajo en la sociedad y en la vida de las personas? El trabajo es la actividad vital para el ser humano a través de la cual transforma sus propias condiciones de vida y se transforma a sí mismo. Es a través del trabajo como las personas despliegan sus potencialidades, desarrollando toda su habilidad, ingenio y creatividad.

La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) también se ha fijado de manera principal en la consideración del trabajo y su necesaria dignidad. Así establece que "el trabajo humano tiene una doble dimensión: objetiva y subjetiva. En sentido objetivo, es el conjunto de actividades, recursos, instrumentos y técnicas de las que el hombre se sirve para producir, para dominar la tierra.....". Esto sería lo que suelo llamar el trabajo "material", la tarea concreta que realizamos, que estaría formado por el contenido del trabajo. En cambio, "el trabajo en sentido subjetivo, es el actuar del hombre en cuanto ser dinámico, capaz de realizar diversas acciones que pertenecen al proceso del trabajo y que corresponden a su vocación personal." Estaríamos ante el trabajo "inmaterial", en el que la persona ocupa un rol fundamental. Esta doble diferenciación que establece la DSI es la que le permite afirmar que "la dimensión subjetiva del trabajo debe tener preeminencia sobre la objetiva, porque es la del hombre mismo que realiza el trabajo, aquella que determina su calidad y su más alto valor." Es decir, el trabajo de la persona está por encima del trabajo en sí. Por ello, la importancia de saber respetar la dignidad del hombre en el desempeño de su trabajo. "La subjetividad confiere al trabajo su peculiar dignidad, que impide considerarlo como una simple mercancía o un elemento impersonal de la organización productiva", afirma sabiamente la DSI.

En consecuencia, el estudio del trabajo deberá realizarse bajo una perspectiva bien clara: el trabajo está por encima del capital, en equivalencia a la "primacía del hombre sobre las cosas" o que el ser es más importante que el tener. Si la importancia del trabajo en las personas es evidente, no lo es menos la atención que ha requerido por parte de las más importantes disciplinas que se ocupan del trabajo que las personas realizan, cada una de ellas desde perspectivas muy diferentes:
  • El trabajo como factor de producción, que estudia la economía de la empresa: Los factores de producción son los recursos que una empresa o una persona utiliza para crear y producir bienes y servicios. La economía de la empresa es la rama de la ciencia económica que tiene por objeto el estudio de los hechos de naturaleza económica que acontecen en la empresa y que trata de explicar de una forma científica sus actividades, sus funciones y los criterios de decisión de la misma. El trabajador ocupa, por tanto, un lugar muy destacado en el seno de la empresa, como factor de producción. A mi me gusta utilizar más el término recurso estratégico. Aquí hemos defendido el valor del "capital humano", puesto que el desarrollo integral de la persona no debe estar reñido con favorecer la productividad y la mejora en la eficacia del trabajo, necesarias para la sostenibilidad de la empresa.
  • El trabajo como transacción que se ha de registrar (contabilidad). El trabajo también es centro de atención por la contabilidad, como consecuencia de la necesidad de registrar las transacciones que genera: salarios, formación, equipos de trabajo, lugares e instalaciones, selección, etc. La contabilidad como ciencia social que se encarga de comprobar, medir y analizar el patrimonio de las empresas, con la finalidad de proporcionar información útil y necesaria para la toma de decisiones.
  • El trabajo como generador de rentas y hecho imponible, que desarrolla el derecho fiscal.  El derecho fiscal como disciplina que estudia las normas jurídicas a través de las cuales el Estado ejerce su poder tributario con el propósito de obtener de los ciudadanos los ingresos que sirvan para sufragar el gasto público en las áreas necesarias para garantizar el bienestar de la sociedad. Esos ingresos fiscales se fijan de manera especial en el trabajo para considerarlo como base imponible. A la vez el trabajo se convierte en el principal generador de rentas para las personas, que permitirá garantizar un consumo necesario para vivir dignamente, consumo que será nuevamente generador de actividad, de trabajo, y por tanto, de ingresos fiscales.
  • El mercado de trabajo, fuerzas que intervienen y su regulación por el Estado (la economía general)La economía es una ciencia social que estudia cómo las personas, organizaciones y países asignan los recursos. Tiene como objeto el estudio de las relaciones de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, servicios e ideas. La finalidad principal de la economía es mejorar el bienestar de las personas. En la economía intervienen diversas fuerzas. A Adam Smith le debemos esta controvertida y a la vez actual cuestión, pues defendía el libre juego de las fuerzas del mercado. Sobre este concepto es oportuno afirmar que el mercado no puede estar sometido únicamente a la intervención libre de las partes, que se intercambian bienes y servicios a cambio de capital, sino que la justicia social debe gobernar e inspirar su funcionamiento. El mercado en sí no es malo, sino que son las personas que intervienen en él la que lo sitúan en un funcionamiento incorrecto y éticamente reprobable, cuando imperan actitudes egoístas. Por otra parte, son factores fundamentales del mercado, la demanda y la oferta. Por la demanda destacamos el precio del bien, la renta disponible, las preferencias del consumidor. Por la oferta, el precio del bien en cuestión, los costes de los factores de producción, la tecnología, las expectativas empresariales. En economía hablamos de oferta en dos sentidos: oferta individual, referida a la cantidad de un tipo de bienes ofrecida por una empresa,  y  oferta agregada como  la suma de  todas las ofertas individuales de un determinado bien realizadas por las empresas de una economía. Finalmente, el estado como garante de los equilibrios necesarios que se deben mantener y garantizar para evitar desajustes tan graves como los que la crisis económica actual ha generado. Una buena regulación de la economía es garantía de equilibrios favorecedores del bien común.

  • La valoración del trabajo y la correspondiente administración salarial. La política salarial de una empresa se puede definir como el conjunto de principios y directrices que reflejan la filosofía de la empresa respecto a la administración de salarios. Tiene como objetivo, después de una adecuada valoración de los puestos de trabajo, el atraer, por una parte, a los mejores candidatos, y por otra, el retener a los mejores trabajadores. Todo esto pasa necesariamente por desarrollar prácticas salariales que respeten los principios de equidad interna y externa. La valoración del trabajo se ocupa del estudio de los puestos de trabajo para poder desarrollar una política salarial eficiente y racional.
  • La organización industrial y la ergonomía que son abordadas por la ingeniería industrial. La organización de la producción es otro aspecto muy relevante en el estudio del trabajo: su organización, la utilización de tecnologías y maquinaria, el control de la calidad, las cadenas de montaje, el control de tiempos, volúmenes de producción, etc. La organización industrial  estudia el trabajo desde la perspectiva de alcanzar objetivos de eficacia (cantidad, calidad, coste, plazos) y eficiencia (consumo de recursos). Por su parte, la ergonomía en el trabajo se preocupa del diseño ergonómico del puesto de trabajo para intentar obtener un ajuste adecuado entre las aptitudes o habilidades del trabajador y los requerimientos o demandas del trabajo. El objetivo final, es optimizar la productividad del trabajador y del sistema de producción, al mismo tiempo que garantizar la satisfacción, la seguridad y salud de los trabajadores.
  • El trabajo como relación contractual que regula el derecho laboral. Una relación laboral es aquella relación contractual entre una empresa o persona llamada empleador y una persona física llamada trabajador, relación mediante la cual el trabajador pone a disposición del empleador su capacidad física e intelectual para desarrollar una actividad determinada. El derecho laboral aborda el estudio de una muy extensa lista de factores que influyen en dicha relación contractual: contrato, condiciones de trabajo, jornada, negociación, derechos, obligaciones. 
  • El trabajador como individuo que estudia la psicología organizacional. La psicología del trabajo y de las organizaciones es el área de la psicología que se encarga de estudiar el comportamiento del ser humano en el mundo del trabajo y de las organizaciones, fundamentalmente empresariales. Los métodos de selección, formación, incentivos y supervisión de los trabajadores tienen como objetivo el mejorar la eficacia en el trabajo. Valorar las contribuciones del trabajador y las  contraprestaciones que recibe también forma parte del ámbito de estudio de la psicología laboral. En esta disciplina hay aportaciones muy interesantes. Por ejemplo, tenemos la Pirámide de Maslow que es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra “Una teoría sobre la motivación humana” en la que formula su teoría de la jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados.
  • El trabajador como miembro de un grupo social que aborda la sociología. Estudia la naturaleza colectiva de la actividad empresarial y el sistema de relaciones sociales. Tienen como objetivo la participación eficiente de los individuos y grupos de la empresa, fomentando el equilibrio y evitando el conflicto. Las posibilidades de conflicto en la empresa han sido frecuentes entre los distintos agentes que participan en la empresa, siendo los más comunes: 
    • Económicas:  La retribución es fuente permanente de conflicto, de comparaciones, de criticas.  Y casi siempre es por que no cumple las expectativas generadas.
    • Funcionales. Las actividades y tareas propias de un puesto de trabajo es fuente permanente de disputa. La deficiente definición del puesto, del poder de decisión y de la responsabilidad suscitan conflictos en las organizaciones.
    • Condiciones laborales. La búsqueda de mejores condiciones: horario, tiempo de descanso, ritmo de trabajo, vacaciones, seguridad en el trabajo, conciliación con la vida familiar,…  
    • Formación/carrera profesional.  La existencia de un plan de formación y una planificación de carreras que permita promocionar y desarrollarse en la empresa es motivo para afianzar un grado de satisfacción importante.
  • Las enfermedades y la salud en el trabajo que son atendidas por la seguridad y salud del trabajo El término salud es definido por la Organización Mundial de la Salud como la situación de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud laboral se construye en un contexto de trabajo adecuado, con condiciones de trabajo justas, donde las personas puedan desarrollar una actividad con dignidad y donde sea posible su participación para la mejora de las condiciones de salud y seguridad. 

Estas disciplinas y otras más, puesto que la lista no estaría agotada, se ocupan del estudio del trabajo. El trabajo que representa una parte muy significativa en la vida de las personas. Por ello, resulta sorprendente comprobar lo poco consideradas que han estado los enfoques que apostaban por una mayor preocupación por el bienestar del trabajador. Como si esa preocupación estuviera reñida con la productividad y el beneficio empresarial. Por ello, han tenido que venir prestigiosos especialistas como M. Seligman, H. Gardner, M. Csikszentmihalyi, etc., para resaltar los aspectos positivos que el trabajo genera en las personas. Así se habla incluso de la felicidad en el trabajo. Algo que hasta hace bien poco se consideraba una verdadera excentricidad, hoy es valorado por empresas como una vía segura para lograr el compromiso de los trabajadores. Conceptos como el coaching, la inteligencia emocional, el estilo de liderazgo, el desarrollo de habilidades ya no son ciencia ficción, son realidades en empresas que no hacen incompatible la orientación a resultados con la orientación a las personas. Las empresas que se orientan a resultados a través de las personas serán sostenibles por medio del compromiso de los trabajadores.

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