sábado, 12 de julio de 2014

El fracaso como método de aprendizaje


"Somos lo que soñamos ser"
José Juan Romero, SJ


Poco antes de morir le hicieron una entrevista a Steve Jobs y le preguntaron cuál era el elemento clave en su vida para haber dado el salto que supuso la contribución a nivel mundial que todos conocemos. Y dijo que era la pasión. Y le preguntaron ¿porqué la pasión? Y él contestó lo siguiente “Porque yo no habría aguantado la cantidad de fracasos que he tenido a la hora de generar lo que hemos generado, si no hubiera estado apasionado acerca de lo que yo hacía”.

Esta reflexión de Steve Jobs la recordé tras leer las duras críticas que se estaban haciendo a Vicente del Bosque y los jugadores de la Selección Española de Fútbol tras perder contra Chile en el Mundial de Fútbol de Brasil. Las enormes expectativas se cayeron en el segundo partido jugado, tras dos derrotas contundentes. Después de seis años de éxito arrollador, la Selección Española sufre un varapalo sin paliativos. ¿Que enseñanzas nos ofrece?¿Son correctas las críticas tan duras que han recibido?

Centremos la reflexión. Debemos asumir que los errores forman parte del aprendizaje. Es más, yo diría que forman parte natural de un proceso de aprendizaje en el que la equivocación, el error, el fracaso,… forma parte intrínseca de ese mismo proceso. Lo hemos visto en multitud de ejemplos: en la escuela, en la universidad, en la empresa, en la familia, en el deporte. La práctica exige ir mejorando para convertir los fallos y errores en aciertos. Efectivamente, los errores forman parte del proceso de aprendizaje. Nos acercamos cada vez más a la actuación correcta a medida que vamos aprendiendo de nuestros errores, pues nos van aportando enseñanzas para seguir avanzando, mejorando. Cada error debe aportar información, claves, indicios, caminos que se procesan convenientemente para corregir lo necesario.

Las personas que tienen miedo de cometer errores tienen más dificultad para aprender cosas nuevas o para cambiar. Por ejemplo, el no cambiar un trabajo aburrido por otro mejor porque implica retos nuevos y habilidades nuevas que deberemos aprender. Ni aprenderemos ese deporte que tanto nos atrae porque sabemos que tardaremos tiempo antes de dominarlo. Por tanto, el primer paso para dejar de tener miedo a los errores consiste en verlos como una parte normal y necesaria del proceso de aprendizaje y un modo de adquirir conocimientos e información.

En España somos muy aficionados a la crítica. Por eso, no es de extrañar que el miedo al ridículo, al fracaso haya anulado tantas iniciativas y proyectos. Son muy ilustrativos los ejemplos de grandes líderes, empresarios, escritores, deportistas, etc. que han glosado, como el mencionado Steve Jobs, sus inicios como una fase de aprendizaje fundamental para lograr y alcanzar lo que finalmente consiguieron.

La tentación de tirar la toalla cuando se pierde, se fracasa o no se alcanza lo pretendido es ciertamente alta. Vivimos en una sociedad que generalmente, y salvo excepciones, premia el éxito y castiga al perdedor. No obstante, esta visión cortoplacista se debe superar con la perspectiva aquí apuntada: de cada tropiezo, un aprendizaje. Con ese planteamiento afrontaremos los objetivos de una forma mucho más efectiva. Un buen plan para interiorizar la respuesta ante un fracaso es el propuesto por Daniel Coyle:
  1. Ponerse en marcha: Ante un fracaso, debemos activar nuestra motivación y crear un mapa mental con los errores detectados, así como con las nuevas aptitudes que queremos construir.
  2. Mejorar las habilidades: Es el momento de desarrollar y perfeccionar métodos, técnicas y herramientas para realizar los máximos avances en el menor espacio de tiempo.
  3. Mantener los progresos: Finalmente es necesario definir las estrategias adecuadas para superar el estancamiento, mantener encendida la llama de la motivación y crear los hábitos que nos permitan seguir obteniendo éxitos.
La Selección Española de Fútbol ha cosechado un evidente fracaso en este Mundial de fútbol de 2014. Todos esperamos volver a verla triunfar. Para ello, se necesita "aprender" de este fracaso, ponerse en marcha para estar preparada para la Eurocopa 2016 de Francia, seleccionando a los jugadores adecuados, mejorando habilidades a través de un buen entrenamiento y de mantener los progresos. Con esta actitud, estoy convencido, que con el potencial que tiene España, volveremos a ver a la Selección en la cumbre del fútbol mundial.