“Un sabio se adapta a las circunstancias como el agua al
recipiente que la contiene”
Proverbio
chino.
Un concepto complementario a otro que comentaba en entradas
anteriores (la flexiseguridad)
es el de la adaptabilidad. Este concepto nos presenta la idea de
que el estudiante, el
trabajador o el directivo que
mejor se adapte a los cambios continuos y exigentes será aquel que tendrá más
fácil encontrar un hueco en el cada vez más complejo mercado laboral. Las investigaciones nos dicen que el mercado de trabajo está fuertemente sometido a los avances tecnológicos, a la innovación, a las competencias, a la adaptabilidad. Y es que la historia de la
humanidad, es la historia de la adaptación
permanente.
El término clave que preside estos desafíos parece ser el de la adaptabilidad. Este concepto a su vez, se puede aplicar al ámbito de la empresa y al de las personas. Ambas se enfrentan a cambios continuos, a desafíos permanentes:
Según Chiavenato la adaptabilidad "es la capacidad para resolver problemas y
reaccionar de manera flexible a las exigencias cambiantes e inconstantes del
ambiente". Es decir, es la capacidad para acomodarse a los cambios sin que
ello redunde en una reducción de la eficacia y el compromiso. El origen de la
palabra ‘adaptabilidad’ viene de la palabra latina ‘adaptare’ (ad- hacia y aptare, ajustar,
ceñir, aplicar…) que significa ‘ajustarse’.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) refiriéndose a
este concepto sentencia que "la mundialización, el progreso
tecnológico y las nuevas formas de organización del trabajo están modificando
las capacitaciones profesionales exigidas en los puestos de trabajo en todas
las regiones". Enumera algunas ideas importantes:
- Los conocimientos que deberán poseer los trabajadores, de modo que les permita adaptarse rápidamente a la evolución de los requerimientos de la producción.
- El sistema educativo debe destacar la labor de "desarrollar los conocimientos, las capacidades y actitudes fundamentales", para lo cual es básico el impulso a la educación básica inicial y el compromiso de los alumnos "a conseguir una educación y formación permanentes continuas como respuesta a los continuos cambios en las necesidades de las empresas".
- La necesidad de "desarrollar la calidad y la capacidad de respuestas de los sistemas educativos y de formación con el fin de satisfacer la evolución de las necesidades en materia de capacidades empresariales e individuales."
El término clave que preside estos desafíos parece ser el de la adaptabilidad. Este concepto a su vez, se puede aplicar al ámbito de la empresa y al de las personas. Ambas se enfrentan a cambios continuos, a desafíos permanentes:
- Adaptabilidad de las empresas, entendida como capacidad de una empresa o unidad productiva de acompasar su organización y gestión de la producción a los cambios originados por la introducción de nuevas tecnologías, a los vaivenes de la demanda y al incremento de la competencia por los mercados.
- Adaptabilidad de las personas, entendida como capacidad de una persona o grupo de personas a los cambios demandados por la empresa, sector, entorno, así como a las exigencias organizativas y de dirección que son necesarias para dar una respuesta adecuada.
Veamos algunos ejemplos de la importancia específica que al
concepto de la adaptabilidad se le otorga en los diferentes programas e
instrumentos de desarrollo y promoción económica:
- Programa Operativo Plurirregional Adaptabilidad y Empleo 2007-2013 – Fondo Social Europeo. El EJE 1 establece como prioridad el de mejorar la adaptabilidad de trabajadores, empresas y empresarios y fomentar el espíritu empresarial para impulsar la competitividad empresarial, el incremento de la productividad y la mejora del empleo estable y de calidad, así como la contratación indefinida.
- Planes de Formación Ocupacional y de Formación Continua. Se suelen incluir entre sus objetivos en de mejorar la adaptabilidad de trabajadores, empresas y empresarios para impulsar la competitividad empresarial, el incremento de la productividad y la mejora de la gestión empresarial.
El entorno cada
vez más mundializado requiere que seamos cada vez más adaptables, y por tanto,
que la competencia que hemos comentado, la adaptabilidad, sea un elemento
siempre activo y presente en nuestro desempeño profesional. Nos introduce
claramente en el mundo de las habilidades, pues la adaptabilidad no deja de ser
una habilidad para cambiar algo o a uno mismo a fin
de ajustarse a los cambios que suceden. Por todo ello, participo de la idea de que nuestra capacidad de
adaptación nos fortalece, nos hace más equilibrados, como personas y como
trabajadores. Sobre esto mismo, Daniel Goleman nos dice que competencias como la adaptabilidad se basan en la autogestión emocional.
Si hay algo seguro, es que la vida es cambio
constante y la empresa un ente vivo, en continua transformación. Por tanto, la
competencia de la adaptabilidad, que a su vez supone la posibilidad de cambiar
o adaptar nuevos enfoques en función de los requerimientos, evaluando y
cuestionando lo que se estaba realizando para encontrar nuevas ideas o alternativas de
mejora, debe ser estimada suficientemente por los sistemas educativos, por
las empresas y por las personas, que en su proceso formativo, le permitirá adaptarse a las nuevas realidades requeridas por la empresa y la
sociedad.
Las ventajas para las personas de tener esta
competencia, es decir, ser adaptables, son muchas, pero me quedo con una: la capacidad de
aprender. Santiago Cerro, en "Dirigir con talento"
(Ed. Eunsa), dice que "El directivo, el trabajador, anclado en sus
conocimientos o en su experiencia pasada, cerrado a los cambios, se convierte
en un estorbo para su desarrollo personal y el de su organización". El
mundo en el que vivimos, sometido a grandes cambios, nos exige para el adecuado
desarrollo de nuestra actividad personal y laboral, la continua puesta al día
de conocimientos técnicos, de profundización de la propia misión, de renovación
tecnológica, de prestación de nuevos productos y servicios, de conocimientos sobre el comportamiento humano. En definitiva, la capacidad de aprender que seamos
capaces de desplegar nos hace más adaptables a los cambios y retos que se
presenten Asimismo, las personas adaptables son más creativas y están más abiertas a la colaboración y
al trabajo
en equipo.
Anna Fornés, Directora de la Fundació
Factor Humà dice que "Las empresas quieren buenos profesionales
con actitud de flexibilidad, capacidad de entender momentos puntuales de
sacrificio, ganas de desarrollarse, que no piensen que lo saben todo, que
no se acomoden, abiertos a reciclarse constantemente. Estar en el mercado
no es tan fácil." Por ello, la respuesta es la adaptabilidad.
Para terminar, planteo la siguiente cuestión: ¿Es posible
equilibrar las necesidades de adaptabilidad en un
entorno cambiante con las necesidades de estabilidad de los trabajadores?
Esta pregunta que dejo abierta, me sugiere el tema de las zonas de confort que todas las personas tenemos, y
que nos ofrece enfoques que abordaremos en otra entrada.